lunes, 20 de febrero de 2017

Los "otros" indispensables para la llegada del bebé

Se acerca el momento y ultimamos detalles: la cuna, el carro, la trona, bodys de todos los colores, chupetes y mil artilugios más que quizá ni estrene nuestro bebé, pero los compramos y preparamos con tanto amor y dedicación que todos y cada uno merecen su momento y su lugar. Sin embargo, muchas veces olvidamos que son eso, bebés, y que como tales van a jugar y nosotros con ellos, por lo que me he decidido a hacer una lista de esos "otros" indispensables para la llegada de nuestro peque, y que en esos primeros alientos de vida podamos aprovechar al máximo su plasticidad neuronal y estimulemos su desarrollo con todos estos juguetes y cuentos.


- Móvil de cuna: imprescindible, no es solo un montón de cosas colgando sobre la cuna, es un entrenamiento visual, de seguimiento de objetos, de gusto por la música, de relajación y del inicio de la coordinación de esas dos manos tan pequeñas que aún no aciertan a frotarse los ojos. Nosotros nos decidimos por el MÓVIL MUSICAL 3 EN 1 DE FISHER PRICE , primero por sus colores, su vistosidad y su sencillez. No hace falta buscar las más sofisticadas melodías ni programas que hablen al niño haciéndole creer que su mamá/papá está ahí pero no lo está. Además, al desmontarlo puede usarse tanto para la silla de paseo, el coche, el grupo 0... y, posteriormente, el pájaro posee un botón con música para que el pequeño aprenda el juego de causa-efecto. Además, Fisher Price es una marca con muchos años y da esa seguridad en sus materiales que otras ya quisieran. Aquí lo tenéis:





- Proyector: tras descartar la idea de comprar un móvil de cuna más grande de lo necesario, nos decidimos por un proyector "portátil" y hasta manejable para el peque. Nuestro querido POPI ESTRELLITAS, de Vtech, es el fiel aliado. Cuando al pequeño S le da por ponerse a berrear y no hay manos en el mundo que lo calmen, llega nuestro adorable hipopótamo de peluche con un sinfín de melodías, rimas y sonidos de la naturaleza y hace su magia. Durante el primer mes, apenas acertaba a ver las estrellas del techo ya que su maduración visual no está completa aún, pero os puedo asegurar que en las largas noches de llanto, el programador que trae nos salva de ser avisados por los vecinos. Un acierto total que aquí os enseño:





- Sonajeros y mordedores: Huir de colores pastel y pesadas campanitas de los años 80. Deben ser pequeños y pesar poco, ser coloridos y tener un agarre fácil. Al principio, sus movimientos son globales y como tal se golpearán la cara mil veces, así que buscadlos de goma/silicona o tipo peluche con forma circular o animalitos que al apretar suenan. Nosotros, además, elegimos de los que se colocan en la muñeca y en los pies (con velcro) para que empezase a explorar sus manos, sus pies... en definitiva, a ser consciente de su propio cuerpo.

                                  


- Gimnasio: nuestro fallo fue no tenerlo desde el principio. Nos esperamos a Navidad y lo sacamos días antes de que Papá Noel llegara porque veíamos que al peque aún le costaba llevar sus manos hacia la línea media. Dos días después, ya era capaz de agarrar los muñecos que cuelgan, hacerlos sonar y llevárselos a la boca. Es increíble cómo aprenden estos peques si les das lo que van pidiendo. Además, si empiezas a ponerle boca-abajo para fortalecer los músculos de la espalda, el cuello y los brazos, hazlo frente al gimnasio y te aseguras que tiene algo que mirar aparte del inmenso suelo del salón. Igualmente, busca colores vivos, con anillas que te permitan variar su longitud (según van creciendo) y en las que puedas ensartar también sus juguetes favoritos para hacerlo aún más atractivo. Todo esto lo tienes en el de la marca ItsImagical de Imaginarium:



- Cuentos: no hay edad para los cuentos, nunca es temprano para empezar. En ellos, aprenden la cadencia del lenguaje, los ritmos... reciben una estimulación visual diferente y la lectura conjunta fortalece el vínculo, además del interés por la lectura. Cuando S nació, ya tenía al menos 5 preparados, y al mes ya nos faltaban estanterías. No os detengáis demasiado en las imágenes, simplemente mostrárselas, nombrárselas y, si son interactivos, usadlos! Nosotros optamos por cuentos de texturas, de sonidos y de marionetas. A los 2 meses ya los cogía él solito en su hamaca y se fijaba en las imágenes, los apretaba para ver el sonido que hacían y, cómo no, los chupaba. Nuestros favoritos son:

       


Porque aprender, también es indispensable, y como mejor se hace es jugando. No olvidéis tener un buen surtido de juguetes para la llegada del bebé, ¡os lo agradecerá!

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