Tal y como os adelanté, os traigo
la primera parte de una guía completa de comunicación dividida por etapas. La
idea no es establecer límites por edad, sino por habilidades que los peques
desarrollen y plantear algunas estrategias para apoyarlas para pasar al siguiente
nivel comunicativo.
Para ver en qué etapa se
encuentran nuestros pequeños, debemos responder a una serie de preguntas en
relación a sus hitos. Para esta primera guía de PREPARACIÓN PARA LA
COMUNICACIÓN, debemos observar:
1. Si
tu hijo/a presta atención al rostro del adulto.
2. Emite
sonidos, balbuceos y gorjeos.
3. Presta
atención a sonidos de su entorno e intenta localizarlos.
4. Participa
en juegos sociales (las cosquillas, el cucu-tras…).
Si tu peque ya hace todas estas
cosas, estad atentos porque pronto tendréis la segunda parte de la guía de
comunicación con ciertas habilidades ya afianzadas y cómo empezar a
desarrollarlas (imitación, atención conjunta, intención comunicativa,
protoconversaciones…).
Si por el contrario, alguna de
las afirmaciones anteriores no se corresponden con tu peque, ¡quédate, esta es
tu guía! En ella vamos a ver algunas herramientas para que empezar a
desarrollar la comunicación y sentar una buena base para el lenguaje.
-
CALMA: su única forma de comunicación en este
momento es el llanto, y debemos responder a él SIEMPRE para que comprenda lo
poderosa que es esta herramienta de la que dispone. Por ello, es muy positivo mantener
la calma al dirigirnos a ellos y combinar el dulce contacto físico con palabras
cariñosas, canciones, rimas… De esta forma, asociará el mensaje verbal con el
bienestar físico.
-
HÁBLAME, MÍRAME: busca su mirada, muéstrale tu
cara y tus gestos. Cualquier momento del día es bueno para dirigirte a él y,
como en toda “conversación”, respetar los turnos y esperar una respuesta por su
parte es vital para establecer una buena base de intención comunicativa. Haced
pausas en los juegos o simplemente cuando le habléis, de modo que tengan la
oportunidad de responder con una mirada, una sonrisa o un balbuceo. Hacerle
comprender que ESO es comunicación y que puede usarla para iniciar o responder
a una interacción.
-
EL TONO: capta su atención modulando tu voz,
alargando vocales, variando el volumen y prolongando las pausas para darle la
oportunidad de responder.
-
ESCUCHAR: háblale o realiza un sonido desde
cualquier punto fuera de su alcance visual para que aprenda a localizar la
fuente de donde proviene. Si aún le cuesta hacerlo, ver acercándolo progresivamente
a su vista y desplázalo animándolo a seguirlo y buscarlo.
-
EL AMBIENTE: lo más rico posible en estímulos
(auditivos, visuales, táctiles…). Procurad no tenerlo siempre en la misma
habitación, salir de paseo por las mismas calles, cambiar la posición de la
cuna/la hamaca/la trona… para que pueda explorar y descubrir sonidos, luces y
objetos nuevos, pues cada estímulo diferente favorece su desarrollo
lingüístico.
-
A JUGAR: además de los juguetes (u objetos que
usemos para potenciar cualquier habilidad o simplemente conocer nuevas
texturas, colores…) podemos usar su propio llanto como juego aprovechándolo
para producir diferentes sonidos dando golpecitos en su pecho o espalda.
Exagerad cualquier gesto facial y repetir balbuceos de su propio repertorio le
animará a producir cada vez más sonidos.
Como conclusión, en esta primera
etapa comunicativa sus herramientas más poderosas son su expresión facial, el
llanto, la sonrisa, las miradas, sus balbuceos y la expresión corporal, por lo
que debemos estar atentos a cualquier manifestación de estos para comprender
que el niño se está comunicando. Por ello es muy importante darle siempre la
OPORTUNIDAD DE COMUNICARSE y respetar los turnos, mantener la espera y darle el
tiempo que necesite para expresarse (de uno u otro modo). Esto sentará las
bases de la intención comunicativa, que es fundamental y básica para el
posterior desarrollo del lenguaje oral.
No os perdáis la segunda etapa de
la guía de comunicación, ¡muy pronto en el blog!
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