Se acerca el buen tiempo y muchas
familias empezáis a pensar en la retirada del pañal, así que hoy os traigo
algunas ideas para que llevarlo a cabo no sea tan traumático para grandes y
pequeños, ¡espero que os sea útil!
El control de esfínteres diurno es mucho
más fácil cuando se empieza a preparar con antelación. Al final, se convertirá
en un hábito diario y los peques pasan de desconocerlo por completo a pasar
medio día sentados en el baño esperando el milagro, con público incluido. Por
esto es importante que unas semanas antes de decidirnos a retirar el pañal,
habituemos al peque a sentarse al menos 3 veces al día y siempre a las mismas
horas (para favorecer la anticipación y la comprensión), por ejemplo: al
cambiarle el pañal recién levantado, antes de la siesta y a la hora del baño.
Podemos empezar a hacerlo como un juego: “te siento aquí mientras preparo la
ropa/bañera…” para evitar presiones innecesarias sobre algo que aún desconocen.
Otra herramienta útil es conocer sus
“hábitos”. Podemos elaborar una tabla o registro en el que, durante 2 semanas
(antes de retirar el pañal) comprobemos cada hora el pañal y anotemos si está
mojado o no. De esta forma tendremos un horario aproximado para que, cuando
retiremos el pañal, busquemos horas en las que sentarlo más frecuentemente. Es
importante que en el registro se impliquen todas las personas que pasan tiempo
con él (escuela infantil incluida) para que sea efectivo. Además, podéis jugar
con la cantidad de líquido que le ofrecéis si, por ejemplo, por la tarde pasa
más tiempo en casa o con vosotros.
Algunas claves que os pueden venir bien
en esta etapa son:
- tener paciencia (en cantidades industriales)
- empapadores (si vuestros sofás tienen fundas,
introducidlos debajo, pues cuando están más despistados es cuando más fugas
hay, por ejemplo viendo la televisión),
- despejar la casa de alfombras,
- adaptador para el baño (personalmente lo
prefiero al orinal, ya que hay niños a los que el cambio luego de orinal a
váter les cuesta; además, el pipí se hace en el baño, hay que darle sentido y
contextualizarlo, y así nos evitamos la tentación de “lo siento en el salón
mientras ve los dibujos”),
- elevador para los pies (muy importante para dar
esa seguridad que tiene el orinal al dejar que se apoyen, algunos tienen hasta asas
como el que os pongo al final y siempre es útil para que se laven las manos,
etc.),
- canciones o cuentos relacionados con el pipí
(además de usarlos para anticipar e ir introduciendo el tema, si son cortos nos
pueden servir para verlos mientras está sentado y nos ayudan a “temporalizar”,
ya que hay peques que les cuesta estar sentados y otros que se quedarían horas
(si hay una Tablet de por medio, por ejemplo), perdiendo así el sentido de lo
que estamos haciendo. Aquí os pongo algunos:
- Me parece importante también hablar de algunos "falsos mitos" o errores a evitar, aquí tenemos:
ERROR 1: “Vamos en coche… se lo
pongo solo un ratito”. Si el peque apenas es consciente aún de cuándo debe
anticiparse al pipí, mucho menos lo hará si hay veces que “no pasa nada” porque
ni me he mojado ni mamá/papá me ha dicho nada (llevo pañal) y otras veces les
veo correr fregona en mano, gritando por el pasillo y duchándome a deshoras. Es
preferible preparar todo bien con empapadores, MUCHAS ropas de cambio,
toallitas, etc. Una vez empecéis, siempre hacia delante.
ERROR 2: “Si no habla… ¿cómo le
voy a quitar el pañal?”. Los peques con dificultades en el desarrollo del
lenguaje también pueden estar preparados para dejar el pañal. Habría que
valorar la intención comunicativa y el nivel de comprensión en lugar de la
cantidad de palabras que digan. Existen otras formas de pedir (con un gesto que
se asocie al pipí o una imagen que nos pueda entregar cada vez que quiera ir al
baño).
ERROR 3: “Voy a probar esta
tarde”. Muy similar al ERROR 1, no podemos crear esta confusión en los peques.
Pensad que llevan TODA SU VIDA haciendo algo sin consciencia, de manera
involuntaria, y ahora les pedimos que se den cuenta antes de hacerlo, que lo
pidan, que se bajen la ropa a tiempo, que no se mojen… No se aprende a conducir
en un día, menos con una tarde a la semana. Es necesaria cierta anticipación y planificación.
ERROR 4: “¡Se lo quito como que
me llamo Lourditas!” A veces es frustrante ver cómo mamás, papás y educadores
se empeñan en que ha llegado el momento del niño, cuando puede no ser así.
Existen muchos componentes y pasos intermedios para que un peque controle los
esfínteres sin dificultad: conciencia de hacer pis, herramientas para pedirlo,
seguridad, cierto desarrollo madurativo, autonomía y autodeterminación, etc. Si
en un par de semanas veis que no está preparado, hacer un parón. Quizá un mes o
una semana después sea él quien os lo pida, o vosotros quienes veáis que puede
ser un buen momento para probar de nuevo. No lo sintáis como una rendición,
sino como una práctica para afianzar la habilidad.
ERROR 5: “Ya no se moja, voy a
probar por la noche”. La retirada del pañal por la noche es posterior, y es
importante que el niño ya tenga una buena conciencia de “pipí” y lo pida para
iniciarla. La culpa de esto la tiene la siesta. Hay peques que aguantan ese
período de 1h 30 min ó 2h sin una sola fuga, pero es importante saber que en
ese breve espacio de tiempo suele ser un sueño más profundo y durante la noche hay
más microdespertares en el que quizá no acierte a pedirte pipí.
ERROR 6: “Tengo vacaciones en
agosto, se lo quito en 15 días”. Hay mamis a las que les gusta el riesgo y
prefieren esperar al “momento” adecuado para ellas, pero sin saber cómo va a
reaccionar el peque. Es difícil adivinar si “está preparado/no está preparado”
hasta que no nos metemos de lleno. Es importante no buscar nuestro momento ni
esperar hasta el último día antes de la entrada al cole. Es preferible que el
aprendizaje esté bien afianzado una vez llegada la fecha para evitar el mayor
número de escapes posibles.
Como veis, no todo vale. Es una etapa que tenemos que
pasar antes o después, así que no os enfrentéis solos a ello (implicar a los
abuelos, la escuela infantil…). Es importante que reméis todos en la misma
dirección para que el peque no tenga dudas y lo aprenda sin mayor dificultad, aunque
cada niño es un mundo y aquí estoy yo para echar una mano cuando se necesite.
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